Quesada pasiega, la receta fácil con yogur

Ingredientes para 6-8 personas

• 1 yogur natural (125 g), y si es griego mejor, más cremoso el resultado.
• 2 huevos.
• 180 g de azúcar (yo siempre prefiero moreno aunque puedes utilizar blanco) y un par de cucharadas más para espolvorear por encima.
• 150 g de harina de trigo.
• 500 ml de leche entera.
• 50 g de mantequilla.
• Ralladura de 1 limón y el zumo de 1/2 limón.
• 1 cucharadita de postre de canela en polvo.

La quesada pasiega es un dulce cántabro que originalmente se preparaba con queso pasiego fresco, y al parecer tuvo su primera mención hacia el siglo XIV en el famoso Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita (¿qué recuerdos del cole eh?). Vamos, que la receta tiene tradición y también su intríngulis.

Este queso pasiego se elabora cuajando leche de las vacas de los Valles Pasiegos, y con este proceso su sabor es de lo más auténtico y personal. Pero actualmente es complicado realizar ese proceso, y aunque sea por acercarnos un poquito al sabor y textura de la famosa quesada pero sin complicarnos tanto, existen versiones como la que hemos preparado.

Cómo hacer la receta de quesada pasiega con yogur

1. Precalienta el horno a 160º C, y mientras alcanza esa temperatura preparamos la quesada pasiega.
2. Mezcla en un bol el yogur con los huevos, el azúcar y la mantequilla (mejor si la has sacado 30 minutos antes de la nevera y está con textura «pomada»). Bate bien con unas varillas, y cuando esté todo integrado, incorpora la leche y sigue mezclando. Añade la ralladura y el zumo de limón.
   

   Comenzando a mezclar los ingredientes de la quesada pasiega

3. Pon encima del bol un colador y echa la harina encima de él para tamizarla, es decir, para que caiga sin grumos ni apelmazamientos y se integre mejor con la mezcla.
4. Mézclalo todo bien con las varillas hasta obtener una mezcla homogénea.
   

   Elaborando la masa de la quesada pasiega

5. Vierte la mezcla en un molde y espolvorea por encima canela al gusto y 2 cucharaditas de azúcar.
6. Introduce el molde en el horno a una altura media y hornea unos 50 minutos hasta que al introducir un palillo en la quesada éste salga limpio, señal de que está perfectamente cuajada. Ten cuidado y no la cocines de más, su textura debe ser blandita ya que al enfriarse se endurecerá un poco más.
7. Sácala del horno y déjala reposar a temperatura ambiente dentro del molde hasta que se enfríe.

Tiempo: 15 minutos de preparación y 1 hora de horneado

Sirve y degusta

Puedes servirla una vez que se haya enfriado tras sacarla del horno. También puedes conservarla en la nevera y sacarla una hora antes de su consumo para que puedas disfrutar de todo su sabor. Incluso hay quien la toma templada, o fría recién sacada de la nevera, esto ya va en gustos y dependiendo de la época del año. Eso sí, la forma clásica de cortarla es en cuadrados, como puedes ver en la fotografía.

Anímate a servirla no solo como postre, sino que también es un perfecto desayuno o merienda. Y para los más golosos, puedes volver a espolvorear azúcar y canela una vez esté fría y servida en el plato, ¡qué delicia!

Quesada pasiega, la receta fácil con yogur

Variaciones

Al tratarse de una receta tradicional admite pocas variaciones, aunque siempre puedes tratarla como si fuera una tarta de queso y acompañarla de mermelada de fresa o de frutos rojos. Y si quieres darle un toque diferente, sírvela con un poco de miel por encima o incluso sirope de chocolate, verás que está de auténtico… ¡escándalo!

Si quieres variar su sabor, puedes utilizar un yogur de la fruta que más te guste, verás como el aroma es distinto. Y si eres muy fan de la vainilla, incorpora una cucharita de postre de vainilla líquida mientras remueves la mezcla final.

Consejos

Vigila bien la quesada en el horno, ya que se debe cocinar a una temperatura lenta (160ºC) y poco a poco. Si ves que se empieza a bombear o incluso se quiebra su superficie, reduce un poco la temperatura del horno.

Si utilizas ingredientes de muy buena calidad, se va a notar directamente en el resultado. Leche entera fresca, huevos frescos y un yogur sabroso marcarán la diferencia.

Utiliza un molde que sea bastante amplio para que la quesada no quede alta, ya que la gracia es que queda muy bajita y su cocción así es perfecta para el resultado que se busca.