Receta de scones, unos panecillos dulces con aroma a mantequilla
Ingredientes para unas 9 unidades
- 250 g de harina de trigo.
- 8 g de levadura química (tipo Royal), también llamada polvos de hornear.
- Buttermilk: 150 ml de leche y 10 ml de zumo de limón.
- 60 g de mantequilla sin sal.
- 30 g de azúcar blanco.
- Una pizca de sal.
Aprende a preparar estos panecillos dulces con aroma a mantequilla que se elaboran de forma sencilla y quedan muy ricos. Son originarios de Escocia y típicos en el Reino Unido, se suelen tomar como desayuno o merienda y entre sus ingredientes destaca la mantequilla que le aporta su particular aroma y sabor y quedan con una textura crujiente y aireada fantástica.
La masa no necesita tiempo de fermentación por lo que es bastante rápida de preparar y el horneado también es ligero, lo que hace que sea un desayuno o merienda ideal para por ejemplo ese domingo en el que nos levantamos con ganas de preparar algo especial. Lo más típico es abrirlos por la mitad y rellenarlos con clotted cream (una especie de nata concentrada y espesa, típica inglesa) y mermelada (muy habitual la de fresa), pero puedes servirlos con rellenos de todo tipo a tu gusto, incluso salados (con queso crema y salmón ahumado están de 10).
Cómo hacer scones, unos panecillos dulces con aroma a mantequilla
- Para preparar el buttermilk pon la leche en un recipiente o vaso, caliéntalo unos pocos segundos en el microondas (unos 20) y añade el zumo de limón. Remueve un poco con una cuchara y deja que repose unos 10 minutos para que la leche se corte ya que es el resultado que buscamos. Es así de sencillo de elaborar en casa y va genial para la textura y sabor de recetas de repostería como esta.
- En un bol echa la harina, la sal y el azúcar y mézclalos un poco con una cuchara.
- Incorpora la mantequilla fría en trozos y mezcla con tus propios dedos hasta obtener una especie de migas. No se trata de amasar sino de ir apretando para que la mantequilla se mezcle con todo lo demás.
- Añade el buttermilk y mezcla con una cuchara o con tus manos hasta conseguir una masa blanda y un poco pegajosa, no mucho. Es importante que tengas presente que lo ideal es amasar lo mínimo para conseguir el mejor resultado en esta receta. Para cuando tengas una masa más o menos homogénea.
- Pasa la masa directamente a la encimera o sobre un papel de horno, espolvorea un poco de harina por encima, amásala un poco y aplánala de forma que tengas una plancha de unos 2-3 cm de alto.
- Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
- Utiliza un molde o cortapastas de 5 cm de diámetro (puedes utilizar otros tamaños, este es el que he usado yo) un poco enharinado para que no se pegue la masa y ve cortando círculos.
- Pásalos a una bandeja de horno con papel de horno. La masa sobrante puedes volver a unirla, sin amasar mucho, y cortar de nuevo hasta gastarla.
- Cuando ya tengas todos los scones en la bandeja, introdúcela a media altura en el horno y hornéalos unos 12-15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados por encima.
- Saca la bandeja del horno y deja los scones sobre una rejilla para que se enfríen.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Espera a que se enfríen completamente los scones para partirlos por la mitad, ya que así la miga se mantiene en su sitio y no se compacta. Si no los comes en el momento no te preocupes, puedes conservarlos en un recipiente cerrado durante 4-5 días a temperatura ambiente y también congelarlos.
Lo más típico es cortarlos por la mitad y rellenarlos con clotted cream y mermelada de fresa. Como la clotted crema es a veces complicada de encontrar, puedes sustituirla por creme fraiche (puedes comprarla ya hecha o hacerla con nuestra receta de crème fraîche casera) o incluso por nata montada. Disfruta de su fantástica textura crujiente y aireada y ese característico aroma a mantequilla horneada, es un desayuno o merienda de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Antes de hornearlos es muy típico pintarlos con un poco de huevo batido para que queden un poco más dorados por encima.
En cuanto a su forma, además de redondos también es habitual encontrarlos triangulares, y de tamaño también queda muy bien prepararlos con moldes más pequeños para que sean casi de bocadito.
Como en cualquier otra masa puedes incluir ingredientes para enriquecerla, por ejemplo frutos secos picados, algunas frutas como frambuesas, arándanos o manzana en taquitos, quesos, semillas y por supuesto especias y hierbas a tu gusto.
Consejos
Lo que más debes tener en cuenta es no amasar en exceso. Para esta receta lo que buscamos es una masa en la que el gluten apenas se desarrolle y así conseguiremos su particular textura con ese toque crujiente por fuera, por eso hay que amasar lo justo.