Receta de gofres o waffles caseros. Cómo hacer una masa de 10 muy fácil
Ingredientes para 8 unidades
- 250 g de harina de trigo.
- 90 ml de leche.
- 12 g de levadura fresca.
- 1 huevo L.
- Una pizca de sal.
- 1/2 cucharadita de postre de canela en polvo o bien un poco de vainilla (esencia o aroma).
- 140 g de mantequilla sin sal.
- 100 g de azúcar perlado. Lo suelen vender en tiendas de repostería físicas u online y en algunos supermercados. Hay quien, si no la encuentra, pica un poco unos azucarillos.
- Para servirlos:
- Chocolate en tableta.
- Leche.
Esta receta es un exitazo y con ella vais a aprender a preparar una masa de 10 para conseguir el mejor resultado. ¿Qué es el mejor resultado para mi? Un gofre tierno por dentro y ligeramente crujiente por fuera, con los clásicos trozos de azúcar perlado y servido con chocolate caliente, aunque en la receta os doy indicaciones para que lo dejéis a vuestro gusto.
Como siempre, las masas con levado, aunque son sencillas, requiere que nos acostumbremos a su proceso, sus tiempos y su amasado y concretamente esta masa es bastante pegajosa así que si tenéis una amasadora no dudéis en utilizarla. Aún así, también se pueden hacer a mano y el resultado es una auténtica delicia.
Preparación, cómo hacer gofres o waffles
- Saca la mantequilla de la nevera para que no esté fría.
- Calienta un poco la leche (por ejemplo unos segundos en el microondas), la idea es conseguir que esté a una temperatura entre 25ºC y 30ºC para que al mezclarla con la levadura ésta no pierda efecto. Si no tienes termómetro de cocina simplemente toca la leche y cuando la notes solo un poco más fría que tu temperatura corporal ya estará lista para utilizarse.
- Desmenuza la levadura con tus dedos, incorpórala a la leche y remueve con una cuchara hasta que se disuelva. Si lo dejas reposar 5 minutos y después vuelves a mezclar con la cuchara verás que se habrá disuelto prácticamente por completo.
- Si la mantequilla está fría o no la has sacado con suficiente antelación, ponla en un recipiente y al microondas unos pocos segundos (5, 10 o incluso 20 dependiendo de lo fría que esté), hasta que la veas que está cremosa pero no derretida ni líquida. La queremos en lo que se suele llamar punto pomada.
- En el bol en el que la vayas a amasar (ya sea a mano o con amasadora) echa la harina, la sal y la canela y mezcla con una cuchara sopera.
- Haz un volcán en el centro y vierte en él la leche con la levadura y el huevo.
- Ahora llega el momento de amasar, para ello puedes optar por dos opciones:
- Si lo haces con una amasadora eléctrica simplemente ponla a velocidad media-baja durante 5 minutos o hasta que la masa tenga un aspecto homogéneo y apenas esté pegajosa.
- Si lo vas a hacer a mano, primero mézclalo todo con una cuchara para que los ingredientes se vayan compactando, y cuando veas que ya no hay líquido en la masa porque se ha absorbido puedes pasarla a una superficie limpia para amasarla durante unos 5 minutos hasta que consigas una masa con textura homogénea y suave, aplastándola y cogiendo pliegues de los laterales y doblándolos hacia el centro. Si se pega mucho tan solo debes dejarla reposar 5 o 10 minutos y volver a amasarla. No caigas en el error de echarle más harina porque le estarás restando esponjosidad al resultado final.
- Ahora ve añadiendo la mantequilla en tandas, por ejemplo puedes hacer 4 tandas cogiendo un cuarto de la mantequilla y amasándola con la masa que ya teníamos hasta que se integre por completo. Al hacer este paso la masa se vuelve bastante pegajosa por lo que mi recomendación es que, si dispones de ella, lo hagas con una amasadora.
- Cuando hayas integrado una parte de la mantequilla sigue con la siguiente hasta tenerla toda bien mezclada en la masa, que deberá tener un aspecto homogéneo y pegajoso.
- Déjala compactada en el fondo de un bol y tápalo con papel film o un paño húmedo. Ultimamente estoy utilizando gorros de ducha de los transparentes de usar y tirar porque se adaptan fenomenal al bol y se pueden reutilizar cuantas veces se quiera.
- Deja que fermente alrededor de 1 hora y media o 2 horas, aproximadamente hasta que doble el volumen. Para ello lo ideal es que el bol esté en un sitio cálido (pero sin sol directo) y sin corrientes de aire.
- Una vez la masa haya subido añade el azúcar perlado y mézclalo todo bien con tus manos o con una lengua de cocina, hasta que el azúcar se haya repartido bien por toda la masa.
- Ve cogiendo trozos de masa de 80 g, manipúlalos un poco para hacerlos compactarlos y hacer una bolita para nada perfecta y déjalos sobre un papel de horno. Cúbrelos con un paño de algodón y déjalos reposar 30 minutos.
- Al cabo de ese tiempo calienta tu gofrera y cuando esté bien caliente coloca en el centro de cada molde una masa, no te preocupes que no hace falta estirarla porque la gofrera ya se encarga de eso.
- Cocínalos durante el tiempo que prefieras ya que hay a quien le gustan que el interior aún quede un poco crudo (a mi me encantan así) o bien que se cocine la masa por completo y el exterior esté dorado. Yo suelo tenerlos 3-4 minutos en la gofrera pero depende del modelo de gofrera así que haz pruebas con la tuya hasta encontrar el tiempo perfecto.
- Saca los gofres de la gofrera, ve dejándolos en un plato o, si buscas que el exterior esté más crujiente, sobre una rejilla, y sigue con el resto de las masas.
- A mi me encanta servirlos con chocolate caliente así que lo que hago es derretir chocolate en el microondas. Pongo por persona un par de onzas (los clásicos cuadraditos) en un bol y lo pongo en el microondas durante 30 segundos, abro y si no está derretido repito, y así hasta que casi esté derretido porque si queda algún trocito no pasa nada, remueves con una cucharilla y con el calor que le rodea acabará derritiéndose. Además no esperes a que se derrita por completo en el microondas porque podría llegar a quemarse y tendrías que tirarlo.
- Echa un poco de leche (empieza por ejemplo con una cucharada sopera) y mezcla bien. Ve echando más leche en función de la textura que busques.
Videorreceta de los gofres
Tiempo: 3 horas (pero no te asustes, ahí incluyo mucho tiempo de reposo)
Sirve y degusta
Sírvelos recién hechos y calientes o, si no hay más remedio, fríos también están buenos (aunque para mi no hay nada como un gofre caliente) o, si no hay más remedio, recaliéntalos unos segundos en el microondas. Puedes congelar la masa cuando ya ha las dividido en porciones, sin esperar esos 30 minutos finales, o bien congelarlos cuando ya están hechos y fríos.
No se cómo describir las sensaciones cuando te llevas el gofre a la boca con esa masa aún sin terminar de cocinarse del todo por dentro (a mi me encantan así), doraditos por fuera, los trozos de azúcar perlado crujientes, el chocolate caliente derretido y denso por encima… Sin duda es un bocado de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes aromatizarlos como prefieras, sustituyendo la canela por vainilla o incluso por aroma de azahar (la que se utiliza en el clásico Roscón de Reyes), o simplemente añadiendo ralladura de cítricos.
La variación que más influye en el resultado final es el tiempo en la gofrera, ya que puedes sacarlos cuando aún están un poco blanquitos y con la masa sin cocinar del todo o bien sacarlos bien dorados y crujientes. También influye la calidad de la gofrera así que haz tus pruebas hasta dar con el resultado que más te guste.
Consejos
La fermentación de las masas siempre es un tema complejo sobre todo para quien no está habituado a trabajarlas, pero no hay de qué preocuparse. La temperatura influye bastante y en verano habrá que buscar estancias más frescas para dejar la reposar la masa, pero en invierno las pondremos en estancias cálidas o incluso se puede encender el horno 5 minutos a 30ºC, apagarlo y dejar dentro el bol con la masa para que suba. Eso si, no hay que llegar nunca a la sobrefermentación, así que en cuanto aproximadamente haya doblado el volumen hay que seguir avanzando con la receta.
Si quieres congelarlos sin cocer, directamente al preparar cada bola de masa (sin esperar esos últimos 30 minutos de reposo) congélala envolviéndola en film o bien poniéndolas sobre papel de horno y en una bandeja y esa bandeja al congelador. Cuando se hayan congelado (al cabo de una hora o similar) ya puedes recoger todas las bolas de masa y ponerlas en una bolsa conjunta. Para descongelarlos simplemente pon las masas en la nevera y al cabo de unas horas estarán descongeladas (por ejemplo la noche anterior a querer cocerlos), y finalmente sácalos de la nevera durante 1 hora y a la gofrera.
También puedes congelarlos ya hechos, simplemente debes esperar a que se enfríen y congelarlos. Si vas a poner unos encima de otros, mejor si colocas papel de horno entre ellos o bien haces como con las bolas de masa, que los congelas por separado primero y después ya los juntas en una bolsa.