Receta de bizcochuelo casero, fácil y esponjoso

Ingredientes para un molde redondo de 23 cm

• 1 yogur natural (de 125 g).
• 3 huevos.
• Harina (3 medidas de yogur, equivale a 225 g).
• Azúcar (2 medidas de yogur, equivale a 240 g).
• Aceite de oliva (1 medida de yogur, equivale a 120 g). Si te gusta que en el sabor final se aprecie el aceite, utiliza uno de sabor potente, pero si prefieres que sea más discreto, utiliza un aceite de sabor suave, o haz como yo que añado la mitad de la medida de aceite de oliva y la otra mitad con aceite de girasol.
• 1 sobre de levadura química o polvos de hornear (16 g).
• Mantequilla para untar el molde.

Es muy fácil y queda esponjoso y delicioso. Se elabora con la famosa medida del yogur, lo que permite que no tengas que pesar los ingredientes y utilices el recipiente del yogur para medir las cantidades, aunque también vienen expresadas en gramos. Su sabor es suave y delicado, dulzón y con el sabor que suele aportar el aceite y que le sienta fenomenal, y queda tan bien que es uno de esos dulces que son ideales para regalar o llevar a cumpleaños, comidas familiares o con amigos.

Preparación, cómo hacer la receta de bizcochuelo

1. Comienza precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador ya que la masa del bizcochuelo se prepara en pocos minutos y así ya tienes listo el horno cuando hayas terminado de mezclar los ingredientes.
2. Vacía el yogur en un pequeño bol para poder utilizar su recipiente desde el primer momento para medir el resto de ingredientes, aunque como las cantidades están en gramos también puedes ir pesándolos.
3. En un bol grande añade las dos medidas de azúcar y los huevos, y bátelos enérgicamente con unas varillas manuales o, mejor aún, con unas varillas eléctricas. Está lista la mezcla cuando el azúcar ya no se note apenas y se haya integrado con los huevos, y haya una capa de espuma.
4. Añade el aceite y el yogur y sigue batiendo para que la mezcla quede homogénea, sin grumos.
   

   Comenzamos a preparar la mezcla del bizcocho

5. Ahora sitúa un colador justo encima del bol y ve añadiendo las medidas de levadura y harina de forma que pasen por el colador. A este proceso se le llama tamizado, y permite que estos ingredientes secos se añadan a la mezcla sin grumos ni apelmazamientos, viene genial para que todo se mezcle bien.
   

   Tamizamos la harina

6. Termina de mezclarlo todo con las varillas, que queden perfectamente integrados todos los ingredientes.
   

   Ya tenemos la masa del bizcocho lista

7. Unta tu molde con mantequilla o bien fórralo con papel vegetal. En los moldes desmontables yo suelo optar por colocar papel en la base del molde, abriéndolo y pillando el papel con el propio molde, y unto las paredes con un poco de mantequilla utilizando mis propios dedos o una brocha de cocina.
8. Vierte la masa en el molde y colócalo en el horno a una altura media. Hornéalo durante unos 30 minutos y si ves que se está dorando demasiado por la zona superior puedes cubrirlo con papel de aluminio para evitar que se dore en exceso o incluso se queme.
   

   Introducimos el molde con la masa del bizcochuelo en el horno

9. Haz la prueba del palillo para comprobar si está listo: pincha con un palillo el bizcochuelo, y si sale sin restos pegados es que está listo, pero si no es así déjalo horneándose unos minutos más y vuelve a hacer la comprobación.
10. Cuando esté listo sácalo del horno y déjalo reposar 5 minutos dentro del molde. A continuación desmóldalo y deja que se termine de enfriar.
    

    Así de bien queda el bizcochuelo casero

Tiempo: 50 minutos

Sirve y degusta

Una vez enfriado ya puedes servir el bizcochuelo, y para guardarlo lo ideal es que lo dejes en un recipiente cerrado o incluso mejor aún en una bolsa y a temperatura ambiente, optando mejor por un lugar que esté fresquito. También puedes congelarlo una vez se haya enfriado, ya sea entero o en porciones, y al descongelarlo seguirá fenomenal.

Su delicioso y clásico sabor nos transporta a recuerdos de meriendas cuando éramos pequeños, y su textura especialmente esponjosa lo convierte en uno de los mejores bizcochuelos que se pueden preparar en casa. Sírvelo para el desayuno o la merienda e incluso en el postre acompañado de unos trocitos de chocolate. Es un bizcochuelo de auténtico… ¡escándalo!

Bizcochuelo casero, fácil y esponjoso

Variaciones

Si te apetece servirlo como si fuese una tarta recubierta puedes preparar nuestra receta para conseguir una cobertura de chocolate brillante, ¡quedará espectacular! O puedes optar por elaborar una crema de queso siguiendo nuestra receta de los bizcochitos de limón jugosos con crema de queso mascarpone y lima, ¡una auténtica delicia!

Aromatízalo como prefieras, ya sea incluyendo ralladura de algún cítrico, un poco de esencia de vainilla o canela en polvo e incluso cardamomo. Y a la hora de servirlo puedes acompañarlo de azúcar glas, chocolate derretido o caramelo.

Consejos

El acabado final dependerá del horno y de cómo te gusta que quede el bizcochuelo. Si quieres que te quede con cierta costra como a mi puedes hornearlo 5 minutos más hasta que esté así (vigílalo para que no se queme!), pero si prefieres que quede especialmente jugoso y con menos costra puedes estar pendiente y hornearlo hasta justo ese punto. Eso si, en cualquier caso tendrás que realizar la prueba del palillo para comprobar que está cocinado y con la textura adecuada para que no te quede crudo.