Prepara los calamares a la andaluza más ricos
Ingredientes para 4 personas
- 4 calamares (unos 700 g).
- Harina de trigo para enharinarlos.
- Sal.
- Abundante aceite de oliva o de girasol para freír.
- Limón y perejil para acompañar y decorar.
Prepara los calamares más ricos con un rebozado muy ligero y crujiente. Verás que quedan tiernos y muy sabrosos, perfectos para servirlos como tapa tal cual o para meterlos en un bocadillo con mayonesa o alioli, ¡qué delicia! En la receta verás paso a paso cómo limpiarlos de forma muy sencilla y en un momento. Además tienes la opción de preparar esta receta con calamares frescos o congelados, dando ambos muy buen resultado y ahorrando un poco con estos últimos.
Cómo preparar la receta de calamares a la andaluza
- Si los calamares eran congelados (los míos si) ponlos en una bandeja o recipiente y pásalos a la nevera el día anterior para que se descongelen poco a poco. Si por lo que sea no te ha dado tiempo a descongelarlos y aunque no es lo ideal siempre puedes recurrir a ponerlos en un recipiente con agua fría y cambiar varias veces el agua hasta que se descongelen, en una hora podrían estar listos.
- Empezamos limpiando los calamares, verás que es muy sencillo identificar cada parte y hacerlo, que no te de pereza:
- Agarra la bolsa y tira de las patas. Idealmente con las patas saldrán las tripas, pero si no es así, aprieta la bolsa para expulsar todo lo que contenga en su interior, e incluso introduce tus dedos o dale la vuelta para vaciarla por completo.
- Para terminar con la bolsa tira de la pluma, se parece a un plástico transparente y suele notarse duro.
- No es necesario que retires la piel exterior ya que aporta sabor pero en mi caso al ser calamares congelados estaba un poco deshecha así que al manipular los calamares se ha ido cayendo. En esta fotografía puedes apreciar estas tres partes ya separadas.
- Ahora vamos con las patas. Corta por debajo de los ojos y deshecha todo lo que no sean los tentáculos. Entre esas tripas está la bolsa de tinta cuyo exterior es de color metalizado y oscuro, puedes guardarla para preparar alguna receta con ella (si no va a ser al momento congélala).
- Ya solo te falta quitar la boca o pico que tienen los calamares en medio de los tentáculos, tiene forma de bola. En este caso puedes ver que al cortar por debajo de los ojos se ha quedado con ellos.
- Lava muy bien tanto la bolsa como las patas bajo un chorro de agua fría y déjalos en un escurridor para que se vayan secando. El resto (tripas, pluma y pico) tíralo.
- Con los calamares ya limpios procede a trocearlos. La bolsa córtala en anillas del tamaño que prefieras aunque para esta receta yo te recomiendo que no sean más gruesas de 1 cm.
- Las patas trocéalas de forma que queden en grupos de 3 o 4 tentáculos.
- Pon las anillas y las patas de los calamares en un escurridor, lávalos bien con agua fría y déjalos escurriendo.
- Seca los trozos de calamar con papel de cocina. Después retira el papel y échales un poco de sal.
- En este momento lo ideal es ir preparando el aceite porque nada más enharinar los calamares hay que freírlos para evitar que la harina se humedezca y de esta forma conseguiremos un rebozado crujiente.
- Prepara una sartén, cazo o freidora con abundante aceite y ponlo a fuego alto para que vaya cogiendo temperatura hasta alcanzar unos 170ºC. Si no tienes termómetro o freidora debes saber que el aceite tiene que estar bien caliente pero sin llegar a humear.
- Mientras vamos a enharinar los calamares. Pon en un plato harina y echa en él los calamares (hazlo en varias tandas para no llenar el plato de golpe). Muévelos con tus propias manos o con ayuda de alguna cuchara para que queden bien impregnados de harina por todas partes.
- Pon ahora encima del plato un colador y echa en él una primera tanda de calamares (procura que no sean muy grandes las tandas para que se frían bien sin estar unos encima de otros). Mueve el colador para que caiga un poco el posible exceso de harina que puedan tener, hazlo tan solo unos segundos porque tampoco queremos que se les caiga entera.
- Echa ahora los calamares en el aceite y fríelos hasta que estén dorados por ambos lados. En este caso tan solo han necesitado un minuto por cada lado pero si por ejemplo utilizas anillas de calamar más gruesas (de las que ya venden limpias y cortadas) necesitarás posiblemente un par de minutos por cada lado.
- Si ves que se están dorando o incluso quemando demasiado pronto significa que tienes la temperatura muy alta así que bájala un poco. Si por el contrario echas los calamares y apenas burbujea el aceite y cuesta que cojan color entonces sube la temperatura.
- Sácalos con una espumadera y ponlos sobre un plato con papel de cocina que tendrás previamente preparado y sigue con el resto de tandas.
- Nada más salir al plato échales un poco de sal por encima.
- Sirve los calamares a la andaluza acompañados de un corte de limón por si os gusta después echarle su zumo por encima (hazlo solamente justo antes de comerlos) y un poco de perejil a modo decorativo o incluso picado si lo prefieres.
Tiempo: 20 minutos (más unos 15 minutos para limpiarlos)
Sirve y degusta
Llévalos a la mesa recién hechos y calientes para degustarlos cuando más ricos están, tiernos y con el rebozado crujiente. Es mejor que no te sobren porque no les sienta muy bien el recalentado y la textura del rebozado no se recupera, además de que pueden quedar un poco duros o gomosos.
Disfruta en casa de este bocado tan típico de nuestros bares, el fino rebozado que llevan luce fenomenal y les da un toque fantástico. Ya sea tal cual en el plato o en un bocadillo están de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Para rebozar los calamares es muy habitual utilizar harina de garbanzos o una mezcla mita de harina de garbanzo y mitad harina fina de maíz o maicena. Esas mezclas consiguen un punto todavía más crujiente para el rebozado aunque personalmente con harina de trigo creo que quedan muy bien y es una harina que tenemos siempre a mano en casa.
Puedes acompañar estos calamares con alguna salsa como alioli o mayonesa, de hecho es lo más clásico a la hora de comerlos en un bocadillo.
También quedan buenísimos de una forma que he probado en algunos restaurantes en plan «encebollados» y consiste en cocinar cebolla en tiras con aceite y sal y cuando está tierna y a punto de dorarse se añade un poco de vino blanco, se sube la temperatura y en un par de minutos cuando se ha evaporado el alcohol ya está lista la salsa. Después los calamares se sirven sobre dicha salsa y se espolvorea un poco de perejil picado por encima, ¡buenísimos!
Consejos
Puedes utilizar calamares frescos o congelados pero en caso de que sean congelados lo ideal es que sean calamares enteros y mejor aún si los compras en tu pescadería de confianza, siendo así te quedarán geniales, de hecho los que yo he utilizado son congelados y quedan de maravilla. Lo que no te recomiendo es comprar las típicas anillas de calamar, en general no tienen mucha calidad y la textura deja bastante que desear.
Es importante que los reboces de harina justo antes de freírlos y no con antelación para así conseguir un rebozado crujiente. Además a la hora de freírlos recuerda no hacerlo en tandas muy grandes para evitar que el aceite baje bruscamente de temperatura y se recuezan más que otra cosa. Tampoco los frías de más porque el calamar si se cocina demasiado tiempo se endurece.
Me encanta como lo explicáis gracias
Hola Pilar! Muchas gracias por tu comentario, me alegra saber que te gusta mi forma de explicar las recetas, intento que sea con todo el detalle para que os queden lo mejor posible 🙂
Un saludo!