Nuggets de pollo caseros con Thermomix, jugosos y ricos
Ingredientes para 4 personas
- 2 pechugas de pollo.
- 80 g de queso crema.
- 2 rebanadas de pan de molde blanco sin corteza.
- Un poco de leche para remojar el pan (unos 100-150 ml).
- 1/4 cucharadita de postre de pimienta negra molida.
- 1/2 cucharadita de postre de sal.
- Aceite de oliva o de girasol, cantidad suficiente para freír.
- Para rebozar:
- Harina.
- Pan rallado. Yo suelo utilizar pan rallado especial crujiente pero puedes utilizar el que prefieras.
- 2 huevos.
- Salsas para mojarlos. Yo los he servido con mayonesa y con salsa barbacoa.
Estos nuggets quedan jugosos y muy ricos, con una textura crujiente en el rebozado y tiernos y jugosos por dentro. La Thermomix nos prepara el relleno en un momento y con los trucos y consejos de la receta verás que es muy sencillo darles forma sin pringar apenas la cocina y también freírlos bien para que no estén aceitosos. Una vez rebozados, fritos o no, se pueden congelar para tenerlos siempre a mano y así tenerlos como recurso de aperitivo siempre que quieras. En casa nos encanta mojarlos en salsas y en esta ocasión los he servido con salsa barbacoa y mayonesa pero si quieres más sugerencias las tienes abajo en la sección de Variaciones, además de las recetas caseras de estas dos salsas.
Cómo hacer la receta de nuggets de pollo con Thermomix
- Corta el pan de molde en trozos y ponlo a remojar en un bol con la leche. Puedes ir cambiándolo de posición para que se remoje por completo pero sin tener que llenar el bol de leche y así no desperdiciarla.
- Trocea la pechuga en tacos gruesos, ponla en el vaso de la Thermomix y échale la sal y la pimienta.
- Pícala durante 5 segundos a velocidad 7, así se consigue que quede bien picada pero no hecha un puré.
- Escurre un poco el pan con tus manos y échalo al vaso junto con el queso crema.
- Vuelve a triturar los ingredientes durante 10 segundos a velocidad 7, verás que queda una masa compacta y bastante homogénea.
- Prepara un plato con un poco de harina, un bol con los huevos (bátelos) y otro bol con el pan rallado.
- Para darle forma a los nuggets de pollo utiliza dos cucharilla de postre para coger porciones de masa del tamaño de una nuez (o como prefieras). Dales forma un poco redondita haciendo presión con las cucharillas y ponlas sobre la harina.
- Cuando tengas el plato casi completo muévelo un poco para que a las bolitas de masa se les pegue la harina y cógelas y dales forma con tus manos, primero redonda y después un poco aplastada.
- Pasa uno a uno los nuggets por el huevo y muévelos con un tenedor que solo debes utilizar par el huevo. Escurre el nugget un poco con ayuda del tenedor en el borde del bol y pásalo al pan rallado.
- En el pan rallado utiliza otro tenedor que en ningún momento entre en contacto con el huevo y que te sirva para ir echándole pan por encima al nugget y para darle la vuelta.
- Cuando esté bien cubierto sácalo con el tenedor o con tus manos y ponlo sobre un plato o bandeja. Haz lo mismo con toda la masa y con este sistema verás que no te pringas prácticamente nada y la cocina se mantiene bastante limpia.
- Ya puedes freír los nuggets de pollo en freidora o en sartén:
- En sartén: añade abundante aceite. Pon el fuego fuerte y cuando el aceite esté bien caliente (sin que llegue a humear, debería estar en unos 180ºC), fríelos unos minutos, procurando que se hagan por todos los lados. Suelen tardar en torno a 2 minutos por cada lado.
- En una freidora añade aceite hasta la señal de la propia freidora y prográmala para que se caliente hasta 180ºC. Cuando haya llegado a esa temperatura coloca los nuggets de pollo en el cestillo (deberás hacer varias tandas, procura que en cada tanda no estén unos encima de otros sino todos planos en el cestillo) y fríelos hasta que estén dorados por fuera a tu gusto. Puedes ir sacando el cestillo para comprobar cómo están, tardarán unos 4-5 minutos.
- Ve pasando los nuggets recién fritos a un plato con papel de cocina para que dejen ahí el exceso de aceite.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Estos nuggets de pollo deben ir a la mesa recién hechos para que podamos degustarlos calientes y además con el rebozado bien crujiente y el interior jugoso. Además no te olvides de servirlos con algunas salsas para mojarlos, personalmente siempre sirvo un par para que no sea todo el rato la misma y en esta ocasión he optado por salsa barbacoa y salsa mayonesa. Si te sobran puedes dejarlos en la nevera durante 2-3 días aunque dejarán de estar crujientes pero seguirán muy ricos, y también puedes congelarlos tanto fritos como sin freír.
Es un bocado muy sencillo que puedes comer incluso con las manos y acompañado con salsas, sin duda un aperitivo de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Si quieres que el rebozado quede extra crujiente puedes sustituir el pan rallado por copos de maíz (sin azúcar, claro) triturados. Ponlos en el vaso de la Thermomix y en tan solo 8 segundos a velocidad 5 los tendrás listos.
Las hierbas y especias le sientan genial a este tipo de preparaciones de sabor suave y puedes incorporarlas tanto en el relleno como en el rebozado. Orégano, tomillo o romero por ejemplo, o incluso un toque de pimentón dulce, comino o curry y también puedes añadir quesos rallados. También puedes preparar la masa y dividirla en 2 o en 4 partes y a cada una añadirle una hierba aromática o especia, así podrás disfrutar de nuggets con diferentes sabores y con el mismo esfuerzo.
Las salsas para mojar no pueden faltar y aunque en este caso he utilizado nuestra mayonesa casera y la salsa barbacoa casera puedes coger más ideas de salsas en esta selección que hemos hecho de Las 31 salsa caseras imprescindibles en la cocina (y muy fáciles). En especial te recomiendo las salsas frías para este tipo de platos.
Consejos
Si quieres que el pollo quede más sabroso puedes mejorar la calidad de la carne y eso lo tienes garantizado si utilizas pollo campero, es más sabroso y también queda más jugoso.
Manejar bien las frituras es cuestión de experiencia ya que si el aceite tiene poca temperatura los nuggets absorberán demasiado aceite y no quedarán bien pero si por el contrario está demasiado fuerte quemarás la superficie más externa y no cocinarás bien el interior. Una ayuda extra puede ser la utilización de un termómetro de cocina o directamente una freidora si te estás iniciando.