logotipo de recetas de escándalo

Galletas saladas caseras de mantequilla y queso

No me gustaNo me convenceEstá bienMe gusta mucho¡De Escándalo! 55 votos¡Valórala!
30 uds25 min21
Galletas saladas de mantequilla y queso

Ingredientes para unas 30-35 galletas

  • 90 g de harina de trigo.
  • 1 cucharadita de sal.
  • 150 g de quesos rallados (emmental, parmesano, grana padano… o incluso otros más potentes como roquefort o rulo de cabra, crea tu propia mezcla).
  • 50 g de mantequilla.
  • 2 cucharadas de semillas (de sésamo, de amapola, mezcladas… a tu gusto).

Cuando hablamos de galletas, casi siempre se nos viene a la mente una galleta dulce, quizás con chocolate o frutos secos, pero siempre dulce. En esta ocasión le he dado la vuelta a las clásicas recetas de galletas y aprovechando que los quesos son nuestros grandes aliados en el horno porque tienen un estupendo acabado crujiente. Es una gran satisfacción preparar galletas en casa, porque además de que son facilísimas y rápidas de preparar, puedes darte el gustazo de elegir los ingredientes que desees añadir y darle tu toque personal con cualquier ingrediente o especia extra. Incorporan semillas de sésamo, y están realmente deliciosas. Eso sí, vigila bien el horno porque están listas en apenas unos minutos, y el queso se dora rápidamente.

Preparación, cómo hacer galletas saladas caseras de mantequilla y queso

  1. Precalienta el horno a 180ºC durante los apenas 10 minutillos que vas a tardar en hacer la receta.
  2. Mezcla en un bol todos los ingredientes: la harina de trigo, la sal, los quesos rallados (mucho mejor si los compras en taco y los rallas tú en casa), la mantequilla y las semillas (yo he elegido de sésamo). Ayúdate con un tenedor, como si fuese un puré.
  3. Truco! Si no compactan bien los ingredientes, después de haberlos mezclado un poco, introduce el bol en el microondas durante 10 segundos. Así, el queso habrá soltado un poco de grasa que ayudará a que la mezcla compacte mejor.

    Cómo hacer galletas saladas de mantequilla y sésamo

    Preparando la mezcla de ingredientes para las galletas saladas

  4. Sobre papel de horno, extiende la masa con ayuda de un rodillo, y deja la pasta tan fina como desees las galletas. Lo ideal es que midan unos pocos milímetros de grosor, aunque puedes hacerlas todavía más finitas (pero después serán más frágiles). A mi, que me gustan finitas, las he dejado como en la fotografía de abajo.
  5. Corta la masa en cuadrados con un cuchillo (o como más te guste, incluso si tienes moldes de formas, aprovecha para utilizarlos) y separa ligeramente unas galletas de otras.
  6. Coloca el papel de horno con las galletas encima de una bandeja de horno, e introdúcela en el horno a altura media y 180ºC durante unos 15 minutos, hasta que veas que están ligeramente doradas por encima.
  7. Sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla, para que no se humedezcan y queden crujientes.
Preparar la receta de galletas saladas de mantequilla y queso

Cómo preparar galletas saladas de mantequilla y queso

Tiempo: 25 minutos

Sirve y degusta

Déjalas enfriar unos minutos, pero cuidado que desaparecen rápidamente :P. Puedes preparar varias tandas, seguro que tus comensales te lo agradecen 🙂

Sírvelas en una bandejita o bol durante el aperitivo, y tómalas junto con otros entrantes frescos y ligeros, ya que estas galletas tienen un alto valor calórico y el cuerpo te pedirá combinarlas con ensaladas, escalivadas u otros entrantes a base de verdura fresca.

Receta de galletas saladas de mantequilla y queso

Galletas saladas caseras de mantequilla y queso

Variaciones

Utiliza otras semillas, como por ejemplo de amapola, o incorpora frutos secos molidos, por ejemplo pipas de girasol, almendras, nueces… Ah, y no te olvides de las especias! Tomillo, orégano o romero son hierbas perfectas para añadir a estas galletas saladas.

Eso sí, innova con los quesos y añade el que más te guste. Lo ideal es utilizar una base de emmental o parmesano, y añadir otros quesos de potente sabor, como los quesos azules o los curados.

Consejos

Vigila bien las galletas en el horno, que no se doren demasiado porque si se queman, el sabor amargo es muy desagradable. Si es necesario, abre la puerta del horno para comprobar su estado. Y muy importante, cuando estén listas no las dejes en el horno, sácalas inmediatamente porque el calor que queda puede quemarlas.

Si has preparado muchas, puedes guardarlas en un recipiente hermético durante varios días (aunque es posible que el puntillo crujiente se les vaya ligeramente), y mejor aún si es transparente, quedará genial en tu cocina 😉