Ensalada de garbanzos con bonito y aguacate y vinagreta de manzana
Me encanta lanzarme a las ensaladas durante todo el año pero especialmente las preparo como plato único en los meses de más calor, y como son infinitamente versátiles me encanta inventar nuevas combinaciones e ir variando los ingredientes para no cansarnos, aunque hay algunas ensaladas como ésta que están perfectas tal cual y nos apetece comerla así una y otra vez.
Esta ensalada de garbanzos con bonito y aguacate y vinagreta de manzana es de lo más completa, de ahí que además de como primer plato se pueda servir como plato único, y está repleta de ingredientes saludables, naturales y que encajan a la perfección, dando lugar a una combinación de texturas y sabores de lo más apetecible.
Puede parecer que los garbanzos son los grandes protagonistas pero realmente la clave está en acompañarlos con ingredientes de calidad y sabrosos como el bonito ALBO en aceite de oliva, que es sin duda mi preferido para este tipo de preparaciones. También es importante el aliño y te vas a sorprender de lo rápido y fácil que se prepara la vinagreta de manzana, que además resulta de lo más ligera y queda cremosa.
Ingredientes para 4 personas
- 400 g de garbanzos cocidos escurridos (suele ser la cantidad que viene en un bote en conserva ya cocidos, así ahorras mucho tiempo).
- 2 latas de bonito del norte en aceite de oliva ALBO (cada lata lleva 82 g).
- 2 huevos.
- 1/2 pimiento rojo.
- 1 aguacate que no esté muy maduro y tampoco demasiado duro.
- 20 g de pasas sultanas o arándanos secos.
- Lechuga escarola y además mezclum de lechugas o brotes tiernos, al gusto.
- Para la vinagreta de manzana:
- 1/2 manzana verde.
- 15 ml de aceite de oliva.
- 20 ml de vinagre de manzana.
- 20 ml de zumo de limón.
- 1/4 de cucharadita de postre de sal.
Cómo hacer la ensalada de garbanzos con bonito y aguacate y vinagreta de manzana
- Primero vamos a cocer los huevos. En un cazo pon suficiente agua para poder cubrir los huevos a temperatura alta, y antes de que empiece a hervir introduce los huevos en ella (para evitar que se resquebrajen por la diferencia de temperatura).
- Cuando empiece el agua a hervir cuenta 10 minutos para que se cuezan los huevos, y cuando se cumpla el tiempo retira el agua caliente del cazo, sustitúyela por fría y así los enfriarás de forma rápida. Si quieres hacerlo de forma más rápida aún puedes poner los huevos recién cocidos en un bol con agua y hielos.
- Lava los garbanzos bajo un chorro de agua fría y déjalos escurriendo.
- Vamos con la vinagreta. Pela la manzana, quítale el centro y los huesos, córtala en trozos y ponla en el vaso de la batidora junto con el zumo de limón.
- Tritúrala durante unos segundos hasta que se haga puré y apenas haya grumos, y añade el aceite, el vinagre y la sal y vuelve a triturar hasta conseguir una textura cremosa y fina. Reserva la vinagreta en la nevera hasta el momento de utilizarla.
- Lava y pica muy finito el pimiento rojo y ponlo en un bol.
- Corta el aguacate por la mitad, retírale el hueso y separa su carne de la piel con ayuda de una cuchara sopera. Córtalo en cubitos y ponlo también en el bol.
- Añade también los arándanos secos o las pasas sultanas.
- Incorpora los garbanzos junto con un poco de vinagreta de manzana y mezcla todos los ingredientes, con cuidado de no deshacer mucho el aguacate. Si tienes tiempo, te recomiendo dejar reposar esta mezcla en la nevera hasta que esté fresquita, al menos 30 minutos, sobre todo si la vas a tomar en época de calor, y en este caso no añadas la lechuga escarola a la mezcla hasta el momento de servirla.
- Ya podemos emplatar la ensalada, en una fuente al centro o directamente en los platos de los comensales.
- Mezcla con los garbanzos la cantidad que prefieras de lechuga escarola (previamente lavada, escurrida y cortada).
- Prepara una cama de brotes de lechuga o el tipo de lechuga que prefieras, y por encima reparte la mezcla de garbanzos.
- Pela los huevos, pártelos por la mitad y después en rodajas y espárcelos por encima.
- Por último saca el bonito de la lata, desmenúzalo un poco y ponlo encima coronando la ensalada.
- Vierte un poco más de vinagreta de manzana por encima, y ¡lista!
Tiempo: 30 minutos y 30 minutos de reposo
Sirve y degusta
Te recomiendo montar la ensalada en el último momento para que llegue fresquita a la mesa, por lo que puedes tener lista la vinagreta de manzana y la mezcla de ingredientes con los garbanzos, y justo antes de servirla añade las lechugas, el huevo y el bonito. Si te sobra, mejor que no lleve lechuga o si la lleva se la retiras porque se estropearía enseguida, pero todo lo demás lo puedes guardar junto en un recipiente cerrado en la nevera 3-4 días sin problemas, y la vinagreta aguanta incluso más días.
Disfruta de la mezcla tan especial de texturas y contrastes de sabores salados, dulces y ácidos, algo que le da mucha personalidad a esta ensalada y hace que esté de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
El alma de esta ensalada son los garbanzos pero puedes sustituirlos perfectamente por otras legumbres como lentejas o alubias y también patatas cocidas en gajos o incluso pasta o quinoa, y de esta forma prepararás una ensalada diferente cada vez pero sin complicarte.
Añade a la vinagreta hierbas aromáticas o especias, esparce por encima de la ensalada unos frutos secos tostados o mezcla con los garbanzos algún queso que te guste, son algunos sencillos cambios que le sientan fenomenal a esta ensalada.
Consejos
Para potenciar los sabores puedes preparar la ensalada el día de antes (sin ningún tipo de lechuga, ya que se pondrían feas enseguida), mantenerla en la nevera y media hora antes de servirla sacarla de la nevera y montarla con las lechugas.
Esta ensalada se presta también a servirse sobre una tostada crujiente de pan, o incluso como canapé en cucharitas o pequeñas tartaletas. Haz que las legumbres luzcan como nunca incluso en los eventos más especiales 😉