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Cómo hacer salsa de tomate casera o salsa pomodoro (sin pieles ni pepitas)

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Salsa de tomate casera o salsa pomodoro sin pieles ni pepitas

Ingredientes

  • 1 kg de tomates pera maduros. Puedes utilizar otras variedades de tomate que prefieras pero que sean jugosos y sobre todo que estén bien maduros.
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 cebolla.
  • 1/2 cucharadita de postre de sal.
  • 1/2 cucharadita de postre de azúcar.
  • Albahaca, orégano u otras hierbas o especias (opcional).
  • Aceite de oliva.

La que se suele cocinar en Italia es idéntica a la de España y sin duda mi opción preferida. Partiendo de un sencillo sofrito y unos buenos tomates maduros se consigue una salsa de textura increíble y sin pieles ni pepitas, para lo que descubrirás que tengo un truco buenísimo con el que no tendrás que pelar los tomates para quitarles la piel, ¿te lo puedes creer? Además de la textura, el sabor que se consigue es intenso y buenísimo, ideal para utilizarla en pizzas pero también con pasta y ser la base de salsas como la boloñesa.

Preparación, cómo hacer la receta de salsa de tomate

  1. Pela los dientes de ajo y la cebolla y pícalo todo bien finito.
  2. Pon una cazuela con un chorrito de aceite de oliva a temperatura media y, cuando esté caliente, incorpora los ajos y la cebolla y sofríelo todo removiendo de vez en cuando hasta que empiece a dorarse, tardará unos 10 minutos.

    Sofrito de cebolla

    Preparamos el sofrito de cebolla

  3. Mientras lava muy bien los tomates y sécalos con papel de cocina.
  4. Aquí va el truco para no tener que pelar los tomates pero evitar las pieles: el primer paso es triturarlos ya que uno de mis empeños al preparar salsa de tomate es que no contenga semillas ni pieles molestas y de esta forma tan sencilla se consigue. Para ello lo mejor es utilizar un batidor de vaso o robot de cocina aunque también sirve una batidora de mano.

    Tomates pera maduros

    Lavamos los tomates y los trituramos

  5. Tritura los tomates durante 1 minuto o hasta que estén perfectamente licuados.

    Tomates pera triturados

    Ya tenemos licuados los tomates

  6. Ahora cuela los tomates licuados utilizando un chino, un colador o incluso un escurridor de agujeros pequeñitos. Ve presionando y verás que se quedan ahí todas las semillas y las pieles.

    Colar tomates licuados

    Colamos los tomates triturados para evitar las pieles y pepitas

  7. Cuando la cebolla empiece a dorarse júntala con el tomate licuado y todo junto viértelo de nuevo en lo que hayas utilizado para triturar el tomate (previamente enjuágalo para que no queden restos de pieles ni pepitas) junto con las hierbas o especias que más te gusten. Yo en este caso le he añadido unas hojas de albahaca pero también puedes prepararla sin hierbas o especias, en plan neutra, para después utilizarla en varias recetas y cada vez de una forma.
  8. Tritura de nuevo unos segundos y vierte la mezcla de nuevo a la cazuela (a la que habrás echado previamente un chorrito de aceite de oliva) junto con la sal y el azúcar (el azúcar es para reducir la acidez propia del tomate).
  9. Pon el fuego a temperatura suave y deja que se cocine la salsa entre 45 minutos y 1 hora o hasta que veas que ha reducido su volumen bastante y que está espesita, ve removiendo de vez en cuando. Realmente el tema del espesor debe quedar a tu gusto, a mi me encanta que esté bien concentrada y apenas quede líquido ya que es ideal por ejemplo para pizzas, en las que es importante utilizar una salsa de tomate que no humedezca en exceso la masa y así quede crujiente y perfectamente hecha.

    Salsa de tomate casera o salsa pomodoro

    Cocinamos la salsa de tomate

  10. Por cierto, ten en cuenta una cosa: es una salsa que mientras se cocina salpica bastante como puedes ver en las fotografías, a mi no me importa y además así se acelera el proceso de evaporación del líquido pero puedes taparla con una tapadera aunque dejando una abertura para que vaya saliendo el vapor, o bien utilizar una olla especialmente alta para evitar que salpique fuera.
  11. Cuando esté a tu gusto pruébala y rectifícala de sal o azúcar a tu gusto.

Tiempo: 1 hora y 30 minutos

Sirve y degusta

Esta salsa aguanta perfectamente 3-4 días en la nevera pero lo mejor de todo es que se puede congelar sin problemas y además también podéis animaros a preparar una gran cantidad y hacer las típicas conservas en tarritos de cristal con todo el proceso que necesita.

Es una salsa con un sabor muy natural y potente, con poquito que uses ya estarás dándole un toque perfecto a tus platos de pasta, pizzas, verduras o lo que más te guste. Anímate a prepararla, está de… ¡escándalo!

Como hacer salsa de tomate casera o salsa pomodoro sin pieles ni pepitas

Salsa de tomate casera o salsa pomodoro (sin pieles ni pepitas)

Variaciones

Esta receta es la más básica que podéis preparar pero lo cierto es que hay algunos ingredientes que se pueden añadir para darle más alegría aún. Sofreír la cebolla con pimiento verde, pimiento rojo o ambos es todo un acierto, y también el utilizar zanahoria.

En cuanto a condimentos, puedes utilizar las hierbas y especias que prefieras, mis preferidas son la albahaca, el orégano y la pimienta negra pero podéis utilizar las que más os gusten.

Consejos

Lo ideal es dejar que se cocine la salsa de tomate lo más lentamente posible así que dependerá de tu disponibilidad de tiempo. Si no tienes prisa, deja que se cocine a fuego muy suave, remuévela unas pocas veces durante el proceso y despreocúpate durante una hora o hora y media, hasta que esté a tu gusto. Sin embargo si necesitas tenerla lista en poco tiempo, sube el fuego a temperatura media (te recuerdo que salpica bastante así que hazte con una olla alta o tápala a medias) y ve removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.