Blinis de nueces y albahaca con requesón y tomate seco

Ingredientes para unos 20 mini blinis

• Para los blinis:
  • 1 huevo.
  • 1 yogur natural de 125 g (o azucarado si los quieres para acompañar a dulce, aunque yo siempre prefiero añadir yogur natural y después decidir qué les echo).
  • 1/2 sobre de levadura en polvo o polvos de hornear.
  • La medida de un yogur, de harina (en peso son 75 g de harina).
  • 30 g de nueces peladas.
  • 8-10 hojas de albahaca (al gusto).
  • Un poquito de sal.
• 200 g de requesón.
• 4 trozos de tomate seco.
• 2-3 nueces para rallar por encima.
• Para decorar, unas hojitas pequeñas de albahaca.
• Aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida y sal.

Son el perfecto aperitivo que encaja en cualquier época del año. De inspiración italiana, sirven para un aperitivo en verano pero también encajan perfectamente en fechas señaladas como la Navidad y lo mejor de todo es que se pueden acompañar con lo que se quiera. Por si no lo sabes, los blinis son una especie de tortitas que se suelen preparar con leche o yogur y se les suele dar un tamaño pequeño, de bocadito, y se pueden acompañar con ingredientes dulces o salados.

Preparación, cómo hacer blinis de nueces y albahaca con requesón y tomate seco

1. Lo primero que vamos a hacer es rehidratar los tomates secos. Esto no es ninguna tontería ya que no equivalen a un tomate fresco sino que aportan un sabor muy intenso y sin líquido por lo que son ideales para aperitivos, canapés, aliños y ensaladas.
2. Para rehidratar los tomates secos ponlos en un recipiente y vierte por encima agua hirviendo. Déjalos en remojo unos 20 minutos y ya los tienes listos.
   

   A la izquierda los tomates secos y a la derecha ya rehidratados

3. La preparación de la masa casera de los blinis no puede ser más fácil. Te recomiendo utilizar un batidor de vaso aunque también puedes utilizar batidora de mano.
4. En el recipiente del batidor de vaso o de mano incorpora todos los ingredientes de la masa excepto las nueces y la albahaca, es decir, el huevo, el yogur, la levadura, la harina y una pizca de sal.
5. Tritúralo todo bien hasta que la masa sea homogénea y añade las nueces y las hojas de albahaca. Vuelve a triturar todo unos segundos o hasta que veas que la albahaca ha quedado bastante triturada y le ha dado un ligero color verde a la masa, y déjala reposando 15 minutos. La idea de mezclar primero el resto de ingredientes de la masa es para que, al añadir las nueces, puedan llegar a quedar algunos trocitos, lo cual le va genial a estos blinis. Aún así si tu batidor es muy potente y deja una masa totalmente homogénea no es problema porque de sabor estarán igualmente riquísimos.
   

   Así queda de textura y color la masa para los blinis

6. Utiliza una sartén antiadherente amplia y ponla a fuego medio. En cuanto esté caliente ve echando cucharadas de masa, yo he ido echando una cucharada sopera para cada blini y al echarla voy intentando que quede una forma más o menos redonda.
7. En cuanto veas que están burbujeando dales la vuelta (suelen tardar apenas 1 minuto o 2 como mucho), deja que se cocinen solo unos segundos más y retira al plato. Como truco para dejarlos a tu gusto, si ves que apenas te da tiempo a echarlos todos y al ir dándoles la vuelta ya están muy dorados, baja el fuego, pero si por el contrario echas la masa y tienes que esperar más de 2-3 minutos para darles la vuelta, sube un poco el fuego.
   

   Vamos preparando los blinis caseros

8. Mezcla el requesón con un poquito de sal e incluso si te gusta, con pimienta negra recién molida.
9. Escurre los tomates secos rehidratados y sécalos con papel de cocina. Ahora verás que la su piel sale fácil, puedes elegir si quitársela o no, yo en este caso se la he quitado. Pícalos finitos.
10. Ya podemos montar los blinis. Sobre cada blini coloca queso, lo ideal es que sea en forma de quenelle (se hace con la ayuda de dos cucharas, es fácil y queda muy estético). Por encima esparce un poco de tomate y, para coronar, una hojita de albahaca, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ralla muy fina un poco de nuez por encima. Haz lo mismo con el resto.
    

    Así de bonitos quedan los blinis

Tiempo: 45 minutos

Sirve y degusta

Recién hechos están muy ricos pero es cierto que también aguantan perfectamente 4-5 días en la nevera e incluso puedes congelarlos. A la hora de consumirlos pueden ser fríos pero si te gustan calientes puedes darles apenas unos segundos de microondas y listo.

Los blinis son blanditos y puedes utilizarlos con dulce o con salado, en este caso el añadir a la masa las nueces y la albahaca le dan un toque muy especial. Sírvelos añadiendo encima los ingredientes que prefieras, están de auténtico… ¡escándalo!

Variaciones

La masa básica es igual que esta pero sin nueces ni albahaca aunque te recomiendo darles un toque distinto cada vez y puedes conseguirlo incorporando por ejemplo semillas de amapola, sésamo tostado, otras hierbas como tomillo u orégano y también especias como curry, comino o pimentón (y además les estarás dando color).

En cuanto a los «toppings» o ingredientes a añadir por encima, si los prefieres dulces pueden ser chocolate fundido, nata, dulce de leche, mermeladas… o servirlos salados con mayonesa y atún, con queso roquefort y pasas, con salsa tártara y salmón… Imaginación al poder 😉

Consejos

Utiliza una sartén antiadherente para que no se peguen los blinis y te queden perfectos. Además controla la temperatura del fuego para que no se te doren en exceso pero tampoco te desesperes al hacerlos.

Respeta las cantidades de los ingredientes para que te salgan en su punto, ya que si la masa es demasiado espesa puede perder su toque jugoso, y si es demasiado líquida puede ser más complicado hacerlos en la sartén y quedarán excesivamente finos.