Berenjenas asadas al horno, tiernas y deliciosas

Ingredientes para 4 personas

• 2 berenjenas.
• Aceite de oliva.
• Sal, ideal si es en escamas.
• Unas hojas de albahaca fresca.

Con esta receta conseguirás que queden tiernas y deliciosas y la receta no puede ser más sencilla. Necesitas muy pocos ingredientes para prepararlas y son un estupendo aperitivo, primer plato o incluso cena ligera. Las berenjenas tienen fama de «chupar» mucho aceite cuando las cocinamos por lo que esta forma es ideal para no pasarnos y echarles solo el que necesitan para cocinarse y quedar tiernas por dentro y ligeramente doradas por fuera.

Cómo hacer la receta de berenjenas asadas al horno

1. Lava bien las berenjenas, córtales la cabeza con el inicio del rabito y córtalas en rodajas gruesas, como puedes ver en la fotografía de más abajo.
2. Pon las rodajas de berenjena separadas sobre una bandeja de horno con papel de horno y prepara un pequeño bol con aceite de oliva.
3. Ve pintando con aceite las rodajas de berenjena con ayuda de una brocha de cocina. Lo que yo hago es mojar la brocha, escurrir un poco en el borde del bol y pasarla por encima de una rodaja varias veces para que se reparta bien. Vuelvo a mojar la brocha en el aceite para cada nueva rodaja.
   

   Pintamos las rodajas de berenjena con aceite de oliva

4. Dales la vuelta y haz lo mismo por el otro lado, y mientras ve precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador.
5. Introduce la bandeja en el horno y hornéalas durante unos 30 minutos, dándoles la vuelta cuando lleven 15 minutos. Si al cabo de esos 30 minutos prefieres que se doren un poco más, déjalas unos minutos extra en el horno.
6. Sirve las rodajas de berenjena en un plato, colocándolas de forma estética y de manera que no se tapen unas a otras, ya que ahora toca aliñarlas. Échales por encima, si quieres, un poco más de aceite de oliva y también un poco de sal (genial si es en escamas, aporta un toque crujiente muy bueno) y unas hojas de albahaca fresca picadas.
   

   Así de apetecibles quedan las berenjenas asadas

Tiempo: 45 minutos

Sirve y degusta

Puedes servir las berenjenas recién hechas y calientes pero también están muy ricas templadas o incluso frías. Eso si, con frías me refiero a que estén a temperatura ambiente, por lo que si las has guardado en la nevera porque te han sobrado o porque las has preparado de un día para otro, sácalas con un par de horas de antelación de la nevera o incluso mételas unos segundos en el microondas para que se templen.

Con ese toque de albahaca fresca picada, un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra y la sal en escamas te queda un aperitivo o primer plato de 10, o incluso una cena ligera.  Pruébalas ya mismo, están de auténtico… ¡escándalo!

Berenjenas asadas al horno, tiernas y deliciosas

Variaciones

En vez de espolvorear por encima la albahaca puedes preparar un sencillo aceite de albahaca que te servirá para éste y otros platos. Para ello simplemente tienes que triturar con una batidora de mano aceite de oliva con unas hojas de albahaca, ambos en la cantidad que prefieras según si buscas un aceite con un ligero toque de albahaca o un aceite más espeso y repleto de albahaca. Échalo por encima con una cuchara o, si quieres una estética más cuidada, pon el aceite en un biberón de cocina y utilízalo para servir el aceite en gotitas por el plato o en hilo.

También le queda fenomenal estas berenjenas servirlas con un poco de pesto casero, prepáralo siguiendo nuestra receta. ¿Y si prefieres acompañar con queso? Corta unas rodajas finas de queso rulo de cabra y ponlas intercaladas entre las rodajas de berenjena. Después introduce el plato durante 4-5 minutos en el horno a 180ºC o bien un minuto en el microondas para que el queso se derrita un poco y ¡delicia! Igualmente un poco de albahaca o aceite de albahaca le sentará fenomenal al conjunto.

Consejos

Si quieres utilizar el mínimo de aceite te recomiendo cocinarlas primero en el microondas. Para ello pártelas en rodajas, ponlas en un recipiente o estuche apto para microondas y cocínalas entre 5 y 10 minutos, hasta que veas que están tiernas pero no en exceso, no queremos que se hagan puré. Después ponles un poquito de aceite por ambos lados y al horno hasta que estén doradas y a tu gusto.